30 de noviembre de 2017

Ø - Neønymus

La primera vez que oí hablar de Neønymus fue en 2015, a través del I Congreso de la España Mágica que tuvo lugar a finales de mayo. No asistí a ese congreso, pero al ver el programa me llamó la atención el nombre de este músico; y meses después tuve ocasión de escucharlo en directo, en una ruta que hice con los chicos de la OTO, la Orden del Toledo Oculto, con los que por cierto os recomiendo que os animéis a ver Toledo con otros ojos, porque estoy segura de que os sorprenderá.

Neønymus es un músico de lo más peculiar que, como él mismo dice, nos hace viajar a lo remoto; de hecho tiene canciones con títulos tan sugerentes como Ecos de la Prehistoria o Relato de una antigua batalla de la Edad del Hierro. Sus composiciones son una extraña mezcla de sonidos originados por su propia voz, así como por diversos instrumentos, desde objetos de la naturaleza como troncos o huesos, hasta un instrumento "mágico" que maneja con los pies y que repite los sonidos que él produce. Con este instrumento consigue crear un bucle infinito, que por un lado va grabando los sonidos y por otro va reproduciendo los que ha grabado con anterioridad, originando así una melodía que en un principio es muy sencilla y poco a poco se va complicando cada vez más. Así explicado es quizá un poco lioso, y como una imagen vale más que mil palabras, os pongo un ejemplo (que en realidad no es una imagen sino un vídeo) para que se entienda mejor.




Por otro lado, Neønymus suele hacer sus conciertos en sitios de lo más curiosos; yo lo vi por primera vez en el museo de la España mágica, en Toledo, pero ha cantado en sitios tan originales como el monasterio de Santo Domingo de Silos, el torreón de Fernán González en Covarrubias o el parque arqueológico de Campo Lameiro en Pontevedra, entre otros. También he podido escucharlo en algún que otro sitio menos original, como un salón de actos de un pueblo madrileño, y la verdad es que resulta mucho más apropiado, para mi gusto, uno de estos sitios "alternativos", porque al ambiente que este músico consigue recrear le pega más algo así, diferente.

Ø es su primer disco, pero creo que ya tiene en mente lanzar otro más. Si estáis suscritos a Spotify podéis escuchar todas sus canciones desde este enlace, y así decidir si os apetece comprarlo o no. En cualquier caso, lo que yo sí os recomiendo es que lo escuchéis. Me resulta difícil elegir una sola canción favorita, aunque la que he puesto aquí, Mati eri marne, es de las que más me gustan; pero, por poner algunos ejemplos, tanto el Funeral visigodo como El lamento de Kristina son una auténtica maravilla; precisamente fue Neønymus quien me descubrió quién fue la princesa Kristina, y gracias a él me animé a conocer la maravillosa localidad de Covarrubias y su no menos maravilloso festival Notas de Noruega (aquí el programa de su última edición, la de octubre de 2017).

28 de noviembre de 2017

Romanorum vita. Una historia de Roma

La carpa que alojó la exposición
Me temo que ya llego tarde para hablaros sobre esta exposición, Romanorum vita, en la que estuve hace algunas semanas en la ciudad de Segovia; y es que el último día era el pasado 7 de noviembre... Pero como me he enterado de que está itinerante por más lugares de España, aprovecho para contároslo, pues me parece que no os la deberíais perder; siempre y cuando os interese el mundo romano, claro.

En realidad yo la visité un poco casualmente; sí tenía pensado ir a verla, pero no en la fecha en la que finalmente fui, a finales de septiembre. Había estado un par de semanas de vacaciones y como el día que volvíamos a casa era entre semana, pensamos que Segovia estaría menos concurrida que si íbamos cualquier sábado o domingo, que era cuando teníamos previsto en un principio ir a la exposición, así que como no estábamos lejos, hicimos una parada allí. La carpa estaba situada muy cerca del acueducto; desde luego todo un acierto, porque particularmente a mí no se me ocurre un lugar mejor para alojar una exposición relacionada con Roma que este monumento tan emblemático de la ciudad.

Y ¿en qué consiste Romanorum vita? Pues se trata, ni más ni menos, que de la reproducción de una ciudad romana, en miniatura, eso sí; la exposición no es demasiado grande y la visita es únicamente guiada, en grupos de un máximo de 25 personas, que acceden al recinto cada media hora. Lo primero que se hace es entrar en una sala en la que proyectan un audiovisual que explica lo que verás en la exposición, para pasar inmediatamente después a una calle cualquiera de la ciudad eterna en tiempos romanos. Enseguida te encontrarás inmerso en el bullicio de la ciudad, con sus ruidos, sus olores, su actividad diaria... Todo está cuidado hasta el más mínimo detalle, y de hecho no menciono los olores sin razón, ya que al acercarse a las letrinas notaremos el olor característico de unos baños públicos, y al pasar por la panadería nos ocurrirá lo mismo.

Varias imágenes del recorrido.
En esta calle romana veremos como ya digo unas letrinas, el empedrado de los suelos, diferentes comercios (las llamadas tabernae), una fuente pública, una proyección sobre un día cualquiera en la vida de la ciudad, para acabar por último accediendo a la reproducción de una auténtica domus romana, con su famoso Cave canem (cuidado con el perro) en un mosaico en la entrada, o el atrio donde se recogía el agua de la lluvia, y alrededor del cual se distribuyen las diferentes estancias (dormitorios, despacho del cabeza de familia, cocina...).

Ya mencionaba al principio que la exposición es breve, pero no está nada mal montada; como curiosidad está bien visitarla, aunque si os interesa el mundo del arte romano es posible que no os aporte nada que no sepáis ya. Yo la recomiendo sobre todo si tenéis niños pequeños, que estoy segura de que ellos la disfrutarán muchísimo. Así que si os animáis, en estos momentos podréis verla en Santa Cruz de Tenerife, del 5 de diciembre de 2017 al 25 de enero de 2018.

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