22 de diciembre de 2014

¿Qué es la Navidad?

Navidad.

Otra vez Navidad.

En realidad la Navidad no existe en gran parte del mundo, pero sí un consumismo exacerbado inducido por los magos del marketing, esos seres humanos pensantes empeñados en buscar e inventar nuevas formas de que consumamos mucho y de lo que sea. Pero supongamos que hay gente que de verdad celebra la Navidad; que la hay, por supuesto. Y uno de los mejores recuerdos que tengo de mi infancia es haber ido a la Misa del Gallo la noche del 24 de diciembre, la noche de Nochebuena. Ese es mi más grato y emocionante recuerdo de estas fechas, lo de salir de noche de casa después de cenar y encontrarme con toda la iglesia llena de gente, volver a casa, tomar un chocolate caliente y a dormir...

No creo en eso que los publicistas de Walt Disney denominan la magia de la Navidad, ese tener que estar alegre y expectante no se sabe muy bien por qué. Lo de reunirse toda la familia suele ser más una maldición que un hecho alegre, y si esa reunión se acompaña de abundante comida y bebida, nunca se sabe por dónde puede salir la cosa.

En realidad la Navidad como tal es una festividad postiza, sobrepuesta en fecha y rituales a las romanas Saturnalias o fiestas de la cosecha, de ahí la desmedida en el comer y beber. Supongo que la costumbre de las farturas de comer de esos días vendría porque una vez recogidas cosechas y productos de animales, propio de fechas otoñales, todo aquello que no se pudiese conservar había que comerlo para que no se echase a perder. Es una teoria así porque sí, sin pensar mucho y solo por intuición personal. Y con la caída del Imperio Romano, la única institución "universal" fue la Iglesia, que fue ocupando física e intelectualmente el nexo de pertenencia común a un "sistema", y las celebraciones paganas se fueron convirtiendo en fiestas de santidad.

Es decir...

Si hay una empresa que sepa de marketing, de cómo ajustarse a la demanda y crear ofertas consumibles, es la Iglesia, particularmente la cristiana, y es indiscutible que fue la pionera de la "globalización". No se le pueden discutir ese mérito y sus logros. Como decía Gila, que empezaron con un pesebre y la que han liado...

Pero volvamos al día de hoy.

Yo soy de las que agradece que las ciudades se iluminen con luces navideñas en estas épocas invernales en las que las horas de sol son escasas. Y algo que cada vez me gusta más es ver las iluminaciones que se asoman por las ventanas de las casas de nuestras ciudades. Seamos sinceros, estas lucecitas pequeñitas que adornan ahora las ciudades formando imágenes elegantes y que muchas sirven tanto para Navidad como para una feria de ganado o un congreso de dentistas, y todas, por supuesto, de bajo consumo, cubren su papel y es lo que hay. Pero nada iguala ni igualará a aquellos pedazos de bombillones de colores bien chillones de mi infancia. Aquello era "luz navideña"; esto es... Otra cosa. Entre lo del ahorro de energía y la crisis de los ayuntamientos, esa iluminación que los ciudadanos aportan desde las ventanas de sus casas, algo que me parecía una horterada considerable no hace mucho, ahora como extra luminoso me parece todo un detalle solidario a la luminosidad general de la ciudad. ¡Las hay incluso a juego con la decoración de las luces de la calle! Eso da idea de un punto de virtuosismo por parte de esos concienciados ciudadanos. Y las hay que han exigido un grave riesgo para la integridad física de los inquilinos, porque eso de tener que asomarse hasta la cintura desde un quinto piso para colocar lucecitas en la fachada de tu casa no deja de ser un deporte de riesgo.

Pero si bien la calidad lumínica ha bajado en beneficio de la sostenibilidad, el medio ambiente y la factura eléctrica, lo que ha aumentado es la cualidad calórica de estos días navideños. Ahora en todos los súper, tiendas y kioscos ves casi desde el mes de octubre toda la oferta de dulces navideños, con el "agravante" de que los surtidos pueden ser a granel y el que más y el que menos no resiste la tentación de llenar una bolsita con uno de aquí, otro de allí, e ir probando turrones, mazapanes, polvorones y toda clase de golosina navideña. Yo que no soy nada golosa, ya me he ventilado en este mes dos tabletas de turrón. Para quien sea goloso , toda esa exposición de dulces desde tanto tiempo antes tiene que ser una "tortura"...

Otra cosa curiosa es que detecto en muchos comercios una campaña de descuentos nada desdeñables, desde un 10% a un 30% sobre el precio habitual, cosa que no solía ocurrir hasta las rebajas de enero. Yo llevaba años alejada del consumismo navideño, pues me parecía del todo tonto comprar el 15 de diciembre lo que podría comprar el 15 de enero a mejor precio. Se ve que no he sido la única y los magos del marketing lo han captado. El problema va a ser que, cuando lleguen las rebajas, nadie va a tener un euro en el bolsillo, ya nos lo hemos gastado todo en dulces y en estas rebajas encubiertas...

Bueno, resumiendo que se hace largo.

No creo que las Navidades sean ese "tiempo de gran felicidad y amor" que nos quieren vender como sentimiento universal. Y si hay algo que detesto profundamente de las fechas navideñas es el sorteo de lotería de Navidad. No hay sonido más crispante que ese "nanananiiiinoninoooniooo, ninoni ¡euroooooss!", repetido durante horas, horas, hooooorass, que luego se prolonga durante días y díaaaaaas con "ha tocado en aquí y allá" y "fulano tal y pascual" y "tal y tal y tararí tarará"... ¡Aghh!
Soporto cualquier otra tradición con estoico ánimo, pero con lo del sorteo no puedo. Y lo malo es que o te vas del país o no hay forma de librarse de esa tortura.

Pero sí es cierto que son unos momentos en los que casi el mundo entero se prepara para "algo", se va fraguando un estado de ánimo de cambio, de mejorar las cosas o que al menos no empeoren. Un tiempo de pausa en la rutina de cada día, para entregarse a la rutina de cada año por estas fechas, pues con mayor o menor ganas, todos buscamos los adornos navideños y un sitio por casa donde colocarlos (y también buscamos todas las facturas posibles que puedan desgravar a Hacienda en la próxima declaración, otra rutina de estas fechas)...

Sí, es como una rutina anual y, como toda rutina, debe llevarse con resignación y buen humor. Y si es posible, hasta disfrutar de las pequeñas cosas que año tras año tras año se repiten... Para los niños, la promesa de esos regalos que se van negando a lo largo del año, con la coletilla "si te portas bien, para Reyes". Para los jóvenes, la perspectiva de unas vacaciones escolares en las que en casa se suele hacer la vista gorda en cuanto a la hora de volver de la fiesta de fin de año. Para los adultos, pasar el "disgusto" de los mil y un gastos, que aunque se recorte, algunos son indispensables... ¿Quién se resiste a comprar un adornito más para el árbol o un detallito para ese buen amigo que nos ha echado una mano en algún momento difícil del año?

Muchas veces son fechas en las que se recuerda con nostalgia a quien no está, y se celebra la llegada de nuevos miembros a la familia... Esas cosas que a todos nos pasan. Y muchas más, y que resulta que como decía la canción... "Al final, la vida sigue igual".

Personalmente, lo mejor de las Navidades es que pasen, sin prisa ni pausa, con sonrisa en los labios viendo las luces de la ciudad, las ganas de vacaciones de los niños (y los no niños), repasando la lista de amigos a quien llamar y no contar nada en especial, solo por hablar un rato y soltar eso de "y bueno, si no nos vemos estos días, que pases feliz Navidad y recuerdos para todos"... Esas pequeñas cosas que todos hacemos...

Pero que pasen.

Porque todo cansa, hasta el sonreir...

Y al llegar el nuevo año, siempre pienso lo mismo. ¡Una vez más he sobrevivido a la Navidad!, veremos qué nos depara este nuevo año...".

Y eso es lo mejor.

Poder contarlo.

15 de diciembre de 2014

Nivel cero

En este momento convulso de crisis y mercados oscilantes y la dichosa prima de riesgo dando por saco en todas las noticias, me pareció un buen momento para reciclar y aumentar conocimientos y me matriculé en un Grado Superior de Formación Profesional. Ahora se llama así a la Formación Profesional.

El resultado es de pura desolación personal por el nivel educativo de este país en este momento. Si ya estaba bastante mosqueada por mi somero conocimiento del método y sistema educativo actual por ser madre de un niño en primaria -donde los estudios parecen lo mismo que el argumento de "El día de la marmota", repetición y repetición constante en cada curso los mismos conceptos hasta el aburrimiento y más allá: incentivo al estudio, cero patatero-, ahora que lo experimento personalmente como alumna, me encuentro realmente perpleja.

Cuando repasaba los deberes con mi hijo, pensaba siempre lo mismo: si a mí a su edad me hubiesen tenido toda primaria repitiendo machaconamente los mismos conceptos año tras año, habría hecho pellas constantemente. ¡Esto aburre hasta a las moscas! Estoy hasta el culo del ciclo del agua, en 1º, en 2º, en 3º , en 4º, en 5º, ¿¿también en 6º?? ¡Joder con el ciclo del agua!

Evidentemente, hay más cosas que el ciclo del agua. Esta asignatura de nombre ambiguo que es Conocimiento del Medio abarca tanto el funcionamiento del sistema digestivo, que también se repite año tras año, como la formación y composición de los municipios o las clases de rocas... Es decir, una mezcolanza infame que los niños despachan en dos minutos y no se enteran de nada. En mates vamos avanzando, en lengua también, pero todo bien masticado y machacado, no vaya a ser que a nuestros niños les de una embolia cerebral por memorizar dos líneas.

Resumiendo: vergonzoso. Pero es lo que hay, no solo en el colegio de mi hijo; en todos los colegios el temario es aburrido, machacón y destinado a que los torpes no se atraganten y a que los que podrían estudiar no gasten las neuronas ni lo más mínimo. Pero ya se sabe que lo que no se usa, se estropea. Nada de esto se lo digo a mi hijo: yo muestro entusiasmo por sus logros, que son buenos, y le animo a más, pero en el fondo me digo que ¡vaya aburrimiento!. Sí, los libros son muy monos, muchos dibujitos y colorines, pero na, una ruina, no avanzamos.

Después de una carrera universitaria presencial y otra a distancia, puedo decir y digo que no me asusta estudiar, pero sí me aterra perder el tiempo; y debo decir y digo que los que no acabamos de salir del blando nido de la ESO y el Bachillerato estamos ciertamente desolados. Los profesores tendrán sus motivos y tendrán que cumplir los objetivos que se les imponen, pero desconozco por qué hay cierta tendencia general a considerar que los alumnos son/somos deficientes mentales y el temario, además de reducido, es resumido y resumido hasta el mínimo de los mínimos, y aun así, casi están pidiendo excusas por no hacerlo aún más fácil. Si uno de los pocos placeres como profesor tiene que ser el "poner en apuros" a sus alumnos, parece que eso debe de ser ahora una de las miles de cosas políticamente incorrectas de hoy en día...

Pues aun así, los resultados de los exámenes, en general, son penosos. Porque también ahora los alumnos son/somos muy distintos a los de hace unos años. El que tiene interés, se acaba por desinteresar, y el que no tiene mucho interés, no lo acaba de pillar. Y es normal, cuando desde las altas instancias de las mentes preclaras que han ideado cómo se debe estudiar en este bendito país, nos toman a todos por tontos y te tratan como si fueses tonto, te vuelves tonto y tienes notas de tonto. Y no es agradable para nadie sentirse tonto.

Si alguien se pregunta por qué este país está como está, yo tengo la explicación: la enseñanza es un asco.

¿Quién ha decidido que el sistema educativo de este país sea así? Hemos pasado del clasismo (solo estudiaban unos pocos que disponían de medios y tiempo para ello) al aquí estudia to quisqui y aprobamos todos, sea como sea. Lo de estudiar chino en las escuelas, por ejemplo. Si el nivel de inglés, a nivel general, es de pena, como para ponerse ahora con el chino. ¡Si la mitad de la población no sabe escribir correctamente español y es el idioma propio (con permiso de los idiomas autonómicos, que esa es también otra historia)! Bufff...

Mucho me temo que a quien ha diseñado esta metodología para la enseñanza española le importa un rábano que los estudiantes, ya sean de 3 o de 30 años, obtengan con sus estudios una capacitación ya no solo intelectual, sino profesional. Aquí lo único que interesa es que los profesores se lo curren de tal forma que, sea como sea, haya el mayor número de aprobados: solo interesa asegurar el ratio de aprobados y no salir en las listas de peores países por estudiantes cateados del mundo. Lo cual es bastante frustrante, imagino que para los profesores, por estar encorsetados en esa única directriz, y para los alumnos, que como todo es tan masticado, llega un momento en que el interés flaquea.

Amigos de mi hijo comentan entre ellos las asignaturas que más y menos les gustan, y curiosamente las más fáciles no les gustan, básicamente porque se aburren en esas clases... Pues va a ser eso. Es vergonzoso y vergonzante, este sistema no puede ser bueno para nadie. Las cosas no van bien, pero con este sistema educativo irán a peor, no tengo la menor duda.

Estamos todos enteradísimos de lo último en cacharros electrónicos, no podemos vivir sin móvil, ni ipod, ni ipad ni sin todas esas porquerías, y la realidad es que la mayoría no sabe ni dónde vive ni lo que hay más allá de su calle o barrio. Mucho internet, mucho viaje low cost, pero como vamos chateando con el móvil o escuchando música en el ipod, no nos enteramos de nada. Nunca la humanidad ha tenido más recursos, y nunca la humanidad ha estado más atontada y atontilada; ese es el problema, que los jóvenes que ahora estudian o empiezan a estudiar en realidad no aprenden nada.

Y en realidad, a nadie le importa. Cuanto más tonta es la gente, más ganarán los cuatros listos que se aprovechen de esa ignorancia ajena.

¡Qué lástima!

9 de diciembre de 2014

Nichichanilimoná

Hay una cosa que no entiendo... ¿Por qué se le hace publicidad gratis y a todas horas a estas dos empresas?

No hace mucho leí en el periódico que en Francia se prohibía la difusión tanto de Facebook como de Twiter en el ámbito de las noticias, lo que yo traduzco como no introducir a todas horas pseudoencuestas a través de redes sociales, tal como aquí se hace. Tanto en las noticias, sobre todo en Antena 3, como en programas de ocio, constantemente se publicitan estas redes sociales, bajo la pobre excusa de dar así paso a la opinión de los telespectadores de forma inmediata.

El uso de las redes sociales tiene su utilidad, nadie lo duda, pero el estar conectado y colgado todo el día me parece un serio problema. Particularmente, me hace mucha gracia que los famosos "tuiteen" o "feisbukeen", colgando sus "estados de ánimo", sus "opiniones", sus "fotos", etc. El caso que me parece más curioso es el de Alejandro Sanz, que hubo una temporada en que parecía que estaba las 24 horas del día pegado a Twitter exponiendo cada cinco minutos su opinión sobre cualquier cosa. Y, obedientemente, tales opiniones eran recogidas en los demás medios, ergo, Alejandro Sanz dixit, el oráculo ha hablado. De un tiempo a esta parte he dejado de oír "sentencias" de Alejandro Sanz; ignoro el motivo, al igual que también ignoro por qué le dio aquel furor tuitero. Ambas cosas me son indiferentes, pero no dejan de ser curiosas. Yo creo que Alejandro Sanz no se pasa las horas muertas del día pegado al portátil emitiendo sentencias a través de las redes sociales, al igual que no me creo que David Beckham cuelgue, él en persona, las fotos de su recién nacida hija. Existe lo que se llama "gabinetes de prensa", y dentro de ellos, personal que se ocupará de estas ingratas tareas de abastecer al mundo de noticias a los fans y seguidores de estos ídolos mundiales y otros semejantes.

Resumiendo: como instrumento de publicidad parece que funciona, como medio de relacionarse también, nadie lo duda, pero podemos vivir estupendamente sin estar pendientes de estos dos inventos en los que otros ganan mucho, mucho, muchísimo dinero con la inocente gente que se piensa que por tener un perfil en tal o cual red social ya es alguien conocido a nivel mundial. Aquello que decía Andy Warhol, que todo el mundo tiene derecho a sus 15 minutos de gloria social, ha quedado eclipsado por este fenómeno, al que muchos se enganchan como una droga, ya sea mejorando y ampliando su perfil, cotilleando por el de otros o metidos en alguno de los miles de jueguecitos que aparecen en las dos redes.

El creador de una cosa tan chorra como Farmtown, uno de los jueguecitos que aparecen en Facebook, es nada más y nada menos que mil millonario en dólares, gracias a la cantidad de panolis que compran "cositas" para "embellecer" sus "granjas", cuando no existen las granjas ni esas cositas: todo es virtual, muy simpático, sí, pero es comprar nada. El hombre que ha creado ese y otros jueguecitos similares sí ha sabido sacar provecho de las redes sociales, unos mil millones de dólares (y subiendo) ha confesado que ha ganado. El resto subimos fotos.

Existen las redes sociales, lo sé, pero en lo que a mí y a mi forma de vida respecta, son absolutamente prescindibles. Vale que son gratis y te ahorras el móvil para quedar mañana a las 5, o pásame la receta de la abuela que mañana tengo cena en casa y todas esas cosas, vale. También los políticos se pensaban que las podían utilizar como medio de comunicación con sus posibles electores, pero han soltado la mayoría tales meteduras de pata, que yo de ellos me lo replantearía. Esto no es como una entrevista en un periódico, te critican pero no te enteras o te enteras poco; aquí te ponen a caer de un burro en el segundo cero a que dejas mensaje.

Ni uno ni otro ni todo lo contrario, ahí están, y para el que tenga mucho tiempo libre son una opción. Pero si hace buen día y luce el sol, mejor tomar el aire... ¿Queda alguien, en algún lugar del mundo, que aún escriba cartas a la antigua usanza, a mano, con bonita letra y dentro de un sobre con sello...?

7 de diciembre de 2014

Cuadernos itálicos (VI): Roma, día 5 / Volterra / Florencia, día 1

Anfiteatro de Ostia Antica
Este día dejamos Roma a media mañana, así que a primera hora nos acercamos en coche hasta Ostia Antica, el antiguo puerto romano, que hasta entonces yo solo conocía principalmente por las traducciones de latín en el instituto. Esta visita la decidimos casi a última hora, y resulta ser una de las que más me gusta, no sé si por lo inesperada. Me sorprende sobre todo lo bien conservadas que están la mayoría de las ruinas, incluso los mosaicos que, como en las termas de Caracalla, están al aire libre. Como llegamos muy temprano estamos casi solos, y es una gozada poder pasear por allí tranquilamente, visitando todos y cada uno de los edificios, el anfiteatro en el que en la actualidad se suelen dar conciertos, y hasta el bar (termopolium), con sus mostradores para servir la comida, sus mosaicos con el menú del día, y su terracita en la parte trasera.

Después nos dirigimos a las catacumbas de San Callisto, a las que llegamos por los pelos porque son las 11'15 y nos dicen que justo a las 11'30 hay una visita guiada en español. Esta visita es genial, porque el guía que nos lleva por las catacumbas es divertidísimo; de hecho hasta se me olvida a ratos que estamos a unos cuantos metros bajo tierra... Estas catacumbas tienen 20 kilómetros de túneles, aunque el recorrido que haces durante la visita es de solo unos 300 metros. Por último, nos despedimos de Roma y ponemos rumbo a Volterra, con un calor asfixiante y el aire acondicionado del coche estropeado...

Fortaleza Medicea de Volterra
Junto con San Gimignano, Volterra es una de las ciudades que me ha recomendado un amigo italiano; como no nos da tiempo a visitar las dos, nos decantamos por Volterra principalmente por motivos prácticos, ya que el desvío (tenemos que estar a última hora en el hotel de Florencia) es algo menor. Después de dar curvas y más curvas por una carretera que haría las delicias de cualquier motero que se precie (atención los que se mareen, porque la carreterita se las trae), lo primero que llama la atención de Volterra es su imponente muralla medieval. Por supuesto, está absolutamente prohibido entrar en la ciudad con cualquier vehículo de motor, aunque te facilitan bastante lo de soltar tu coche porque hay unos cuantos aparcamientos gratuitos y uno, de pago, que es el que se encuentra más cerca del centro histórico. Nosotros decidimos aparcar en el de pago, más que nada porque llevamos el coche cargado con las maletas y nos parece que estará más seguro en un aparcamiento cubierto. La muralla de Volterra tiene cuatro entradas, pero da lo mismo por cuál de ellas decidas entrar: se suele decir que todos los caminos llevan a Roma, pero en el caso de Volterra todos los caminos llevan a la piazza dei Priori.

Palazzo dei Priori
Esta plaza está presidida por el palazzo dei Priori, que data del siglo XIII y es la sede de gobierno más antigua de toda la Toscana. Este palacio parece ser que sirvió como modelo para el palazzo Vecchio de Florencia (no tengo ni idea de si esto es realmente así o no, pero sí observo, cuando después vamos a Florencia, que efectivamente el palazzo Vecchio y este son muy parecidos).

Otro edificio que no podemos perdernos si visitamos Volterra es la catedral, construida en los siglos XII y XIII y en cuyo interior destaca el fresco "La procesión de los reyes magos", de Benozzo Gozzoli. Muy cerca de ella está el Museo Diocesano de Arte Sacra, que alberga vestiduras eclesiásticas, relicarios de oro y junto a él hay también una pinacoteca con una colección de arte local.

Algunos sitios también interesantes de Volterra son el Museo Etrusco Guarnacci, del que dicen que es de los mejores museos etruscos de Italia, y cuyas piezas fueron todas encontradas en Volterra. También hay un teatro romano que está bastante bien conservado, aunque después de haber visto el foro romano y las ruinas de Ostia Antica, cualquier otra cosa con la que los compares siempre sale perdiendo... La fortaleza Medicea fue construida en el siglo XIV, aunque en la actualidad alberga una prisión. Y en el Parque Arqueológico se encuentran unos cuantos restos (sobre todo tumbas) de la época etrusca, aunque son muy escasos; curiosamente, los habitantes de Volterra suelen ir al parque para pasar el día de picnic.

Pero sin duda lo mejor de Volterra es poder pasear por sus calles empedradas, descubrir rincones escondidos, y desde luego ver toda la ciudad adornada con guirnaldas de flores, estandartes y carteles. Después nos enteramos de que todos los años, el tercer domingo de agosto, se organiza una fiesta medieval (conocida como Volterra AD 1398) y aquello se engalana para la ocasión; incluso vemos a algunas personas practicando el tiro con arco en la piazza dei Priori, al lado del palacio. Desde luego, si lo llegamos a saber antes, posiblemente habríamos dejado la visita a esta ciudad precisamente para el día siguiente; pero la agenda manda y no ha podido ser...

Tras dejar Volterra nos dirigimos hacia Florencia, ciudad en la que vamos a pasar tres noches, concretamente en el hotel Cardinal; su ubicación es excelente, pero todo lo demás supone una aventura de las que no se olvidan.

6 de diciembre de 2014

Verano de 2006...

Fotografía: Jean Paul Goude
Hace un año no sabía quién era Kim Kardashian. Ahora tampoco tengo muy claro quién es ni a qué se dedica y por qué parece que el mundo entero, excepto yo, vive ¿pendiente? de todo lo que ¿hace? esta señora. Pero me alegra que exista Kim Kardashian, porque aunque ignore por qué es famosa, solo por esas maravillosas fotos que se ha hecho hace poco, merece la pena saber de su existencia.

No me refiero a la sosa portada de Vogue en compañía de ese macarra que tiene por marido; las fotos que me han fascinado son las de un reportaje para la Paper Magazine, revista de la que hasta ahora desconocía su existencia.

Como ustedes saben (y si no lo saben, se lo digo yo ahora), soy una gran aficionada al mundo del arte. Y como ustedes bien saben, el arte está en todas partes, no solo en los museos. Y debo decir que si bien Kim Kardashian no me parece nada artística y la veo rechoncha y un poco torpe, las recientes fotos de su desnudo sí son una obra de arte. Espectacular. Y no lo digo por el cuerpo de la muchacha, que no entraría en mis preferencias estéticas femeninas, sino por la composición e intención de las fotos. Repito, espectacular. A simple vista, solo son fotos de una voluptuosa mujer desnuda. Pero no, no es tan sencillo como eso.

Según parece, esta muchacha es famosa por su culo. Enorme culo, todo hay que decirlo. Y la controversia que acompaña a la fama de ese culo es la discusión mundial de si ese culo es dado por la madre naturaleza o ha contado con la ayuda de los avances de la medicina estética. Desde mi punto de vista, no se qué puede tener de atractivo en una mujer bastante normalita un desproporcionado culo de metro y medio de ancho por metro de alto. Porque eso no es un culo, es una parcela. Pero sobre gustos no hay nada escrito y, desde luego, es evidente que sea lo que sea que se ha hecho para llevar encima un culo que debe de ser un problema aposentar en el asiento de un avión, aunque sea en primera clase, esa prominencia corporal tiene en el "candelero" a esta muchacha. Por tanto, Kim Kardashian va de culo y parece que le va muy bien.

Para mí es incomprensible desde el momento que, aquí servidora, se ha pasado media vida tratando de eliminar el culo prominente con el que la naturaleza me ha castigado y ahora resulta, mire usted qué cosas, que tener un culo que no te cabe en una silla es sexy y atractivo. Pues me da igual, no me convence el tema y por eso las fotos que hasta ahora había visto de esta señora me causaban total espanto. Tener mucho culo y querer y hacer por tener más y más me resulta, repito, absolutamente incomprensible. Pero lo dicho, cada cual es cada cual y allá cada uno con sus gustos y manías. Y como les decía, hace un año no sabía quién era esta muchacha y realmente en una foto en la que esté con más gente no sabría identificarla por su cara; aunque si la foto es del derrière, es inconfundible...

Y bien, dentro de la vida de famosa internacional, parece que la dedicación principal de Kim, que ni es cantante, ni actriz, ni tengo la menor idea de dónde ha salido ni por qué, es contarnos su vida, sus idas y venidas de un lado para otro del mundo, y sobre todo, la preparación de sus complicadísimas y carísimas bodas y posteriores divorcios. Y para deleite de propios y extraños, ha decidido enseñarnos el secreto de su éxito. Es decir, su culo, y ya de paso, todo lo demás. Pero está el mercado tan saturado de culos y tetas más o menos famosos que algo hay que hacer para no pasar desapercibida y no ser un culo más, por muy descomunal que sea.

Y desde el primer momento en que vi las fotos me quedé fascinada por las que me parecieron unas maravillosas fotos de una señora por la que nunca he tenido interés alguno. El desnudo femenino es una constante imprescindible en el mundo del arte. Y los registros de la desnudez pueden ir desde representar la primera ingenuidad de los desnudos de Eva, la fuerza y poder de todas y cada una de las diosas de los mitos griegos, la desvalida desnudez de las víctimas de batallas de dioses y guerreros, el mero estudio del cuerpo y su belleza o su falta de ella a, cómo no, la sensualidad y/o sexualidad de un cuerpo desnudo en posado en reposo, picante o plenamente explícito.

Que estarán ustedes diciendo que ¡vaya rollo por unas fotos de tetas y culo! Pues sí, y no me extiendo mucho más por no aburrirles, pero quiero defender y que quede claro eso de que el desnudo es un tema universal del arte y no solo un mero recurso cachondo de la publicidad o de las revistas. Que también. Creo que a todos, tanto a hombres como a mujeres, nos gusta ver bellas mujeres desnudas. No hay más que ver que las revistas femeninas están llenas de chicas desnudas y semidesnudas con las más variadas e inverosímiles excusas, y en las revistas masculinas, aunque quizás por otros motivos más determinados, también. Y no en vano los museos del mundo están llenos de imágenes de hombres y mujeres desnudos.

Es decir, todo desnudo tiene una intencionalidad. Ya saben que las casualidades no existen. Y siendo como es Kim famosa por su culo, plantearse hacer fotos de un desnudo debió de ser una tarea no complicada pero algo compleja. Kim nos enseña su culo pero ¿cómo hacerlo sin que sea vulgar o meramente un reclamo sexual? No le hace falta ninguna excusa, puesto que es mundialmente famosa y no una aspirante a starlet que necesita de poses sexys para llamar la atención. Por tanto, las cosas si se hacen se hacen bien, y Kim y su fotógrafo optaron por el humor. Acertada elección.

Las fotos son sexys porque Kim lo es. Pero eso no es ninguna novedad, puesto que cualquier mujer con ropa y pose adecuada puede ser y resultar sexy. Pero las fotos de Kim son, sobre todo, espléndidas y divertidas. Sí, divertidas. La sosaina y siempre seria Kim Kardashian tiene sentido del humor, eso sí es un descubrimiento y no el de destapar su culo. Porque enseñar el culo y las tetas no tiene nada de particular; muchachas tanto o más atractivas que Kim te las encuentras en topless en las playas o en las portadas de tantas y tantas revistas. Pero la puesta en escena y, sobre todo, el detalle de calidad de lograr de esta mujer, que es un rechoncho retaco, el efecto de parecer estilizada a la par que voluptuosa y divertida sirena... Me recordaba a algo ya visto, pero no era capaz de concretar qué y/o dónde...

Es evidente que muchos verán ese tipo de publicidad como un mero mercadeo de los cuerpos femeninos para satisfacción visual-sexual de otros y hasta lo consideren ultrajante para las mujeres. No estoy en esa onda, a mí no me parece nada ultrajante mientras sea un trabajo estético de calidad, porque la contemplación de cuerpos desnudos y bellos es algo que tenemos arraigado en nuestro ADN desde el arte griego y más atrás. Por tanto, sin indagar más sobre vida y milagros de Kim Kardashian, debo decir y digo que ha sido una buena idea posar para estas fotos y yo, como espectadora, se lo agradezco.

¿Que resulta que las fotos están recortadas y retocadas y que Kim no es como la vemos en esas fotos? ¡Y qué más dará, son fotos para una revista de entretenimiento, no la base de una tesis doctoral! ¿Que la idea de estas fotos no es original puesto que el mismo fotógrafo ya había hecho performances parecidas con anterioridad? ¡Ay, de verdad, a todo hay que ponerle pegas! ¡Qué manía más tonta de la verdad, siempre la verdad y solo la verdad, qué cansina y envidiosa es la gente!

Ni caso, Kim. Estás estupenda y muy simpática. Pero además, miren ustedes por dónde, gracias a estas fotos me entero de que el fotógrafo es Jean Paul Goude, un nombre que en principio no me dice nada pero que si tiene el talento para convertir a Kim Kasdashian en una obra de arte es que ese talento es inconmensurable. Y ya por curiosidad y buscando otros trabajos de ese fotógrafo, me he encontrado con ¡oh, cielosss! un sorprendente y hasta emocionante hallazgo relativo a mi vida personal. Para empezar, siguiendo la pista de que una de esas fotos me sonaba a ya vista, resulta que una de las de Kim es la réplica cuasi exacta de otra anterior de ese mismo fotógrafo y por eso, claro, me resultaba conocida. Una foto extraordinaria difícil de olvidar. Pero miren ustedes por dónde que no fue esa la única coincidencia.

Fotografía: Jean Paul Goude
Porque siguiendo la pista a este fotógrafo, gracias a este bendito invento de Google, resulta que es el mismo autor de una enorme foto que estaba en la fachada de las Galeries Lafayette, concretamente en el año 2006, y que me dejó absolutamente alucinada y extasiada. Una fantástica, sexy y divertida foto como promoción de las rebajas de verano en los almacenes franceses que me llamó poderosamente la atención y no tengo reparos en decir que me enamoró y extasió. Por ahí estarán las fotos que le hice y recuerdo la cara de extrañeza de mi compañero de viaje a todos y muy cansinos comentarios laudatorios sin fin sobre la enorme foto . Y es que cuando algo me gusta me pongo muy pesada y no tengo freno.

- ¿Te gustan las mujeres desnudas?
- Perdona, pero esta foto no es una mujer desnuda, ¡es una magnífica obra de arte!, respondí yo.

Sí, para qué lo voy a negar, soy una pedante y además me encanta serlo.

E indagando un poco más después de este inesperado descubrimiento, este Jean Paul Goude resulta, y aquí ya me quedé sin respiración, que ¡es el responsable de esa imagen icónica e intemporal que todos tenemos de la internacional Grace Jones! ¡¡Acabáramos!! ¡Grace Jones! Que resulta que, desde que era una mocosa, adoro el trabajo de este hombre, Jean Paul Goude, ¡y yo sin saberlo!

Si pudiera, llamaría a Kim para darle las gracias por llevarme desde su culo a un fotógrafo del que siempre me ha fascinado su obra sin saber quién era. Porque sí, Jean Paul Goude es un fotógrafo extraordinario y la cabeza pensante de los mejores trabajos publicitarios elevados a categoría de arte y que hemos visto durante años y años desde vallas, revistas y anuncios. Y permítanme la inmodestia de que, sí, ver las fotos de Kim e intuir que detrás estaba el ojo de un genio de la fotografía ha sido todo uno, y que el arte es arte en cualquiera de sus expresiones y este Jean Paul Goude es, repito, un genio.

Ni me lo discutan.

Y lo mismo que me felicito por mi feliz y emotivo descubrimiento de que estas fotos eran expresión de talento de alguien que ha acompañado mi vida, reconozco que ha sido desde la total ignorancia de no saber quién era y me encuentro agradecida y emocionada de poder ponerle cara y nombre al fotógrafo cuya obra siempre me ha fascinado. Nunca es tarde si la foto es buena. Por tanto, sea lo que sea lo que hagas en la vida y por lo que seas famosa, ¡gracias, Kim! Recuperar del recuerdo aquella foto de un verano en París y reconocer a su autor a través de tus fotos es algo que, como las pequeñas sorpresas de la vida, no tiene precio.

Bueno, tú habrás ganado una buena pasta con estas fotos, pero ¡qué importa, te lo mereces! Porque ese culo no va a tener siempre ese aspecto turgente y comunal; aprovecha mientras puedas, querida.

Joie de vivre, Kim!

3 de diciembre de 2014

¡Hipócritas!

Si bien es lamentable la muerte de un seguidor de un equipo de fútbol este pasado domingo en una reyerta, tampoco nos puede sorprender; y mucho menos a los periodistas que ahora dedican y dedicarán horas a eso de "erradicar la violencia en el fútbol".

Porque para quien siga esto del periodismo deportivo, los periodistas son los primeros que alientan a esa violencia en el fútbol, con un lenguaje que tiene poco de deportivo y mucho de bélico. O que si bien no todos lo alientan, tampoco lo condenan; al contrario, se ve esto de las hinchadas violentas como normal, como una parte más de la "masculinidad inherente a la batalla", al "choque futbolístico", al encuentro de las hinchadas que van a jalear a su equipo y a insultar al contrario.

Ya lo vemos hasta en los partidos de fútbol de los equipos de niños de no más de 8 años: padres y madres que gritan e insultan a los críos del equipo contrario, que insultan al árbitro y no me digan que no, que a más de uno y de dos y de tres y cuatro de esos padres y madres he visto yo insultar a críos de las categorías infantiles y hasta llegar a las manos entre padres de unos y otros y encima darle una colleja al hijo propio por no romperle la pierna al del equipo contrario.

Esa es la educación futbolística, ya desde la base. Son los padres y madres los que incitan al odio al equipo contrario, a convertir el fútbol en una batalla donde no solo hay que ganar, sino humillar al contrario. Pues muy bien. Luego nos quejaremos, claro. Porque ahora nos escandalizamos porque una panda de macarras se pegan con barras de hierro y cuchillos con la excusa de ser de uno y otro equipo.

El fútbol es la excusa perfecta para que esa casta de mentecatos e idiotas violentos del mundo se sientan importantes, porque esa gente violenta suele ser lo que se denomina "escoria social" (y no por su componente de capacidad económica, no; no se confundan, no es cuestión de dinero, solo cuestión de escoria mental), una casta que campa a sus anchas con permiso y aquiescencia y hasta palmadita complaciente de los dirigentes de este falso negocio que es el mundo del fútbol. Porque el fútbol ya hace muchos años que dejó de ser un deporte para ser solo un negocio, un negocio millonario a repartir entre muy pocos. Y un negocio de "machos", de hombres para hombres. De hecho, esos mismos dirigentes futboleros muestran sin reparo su desprecio y risita por el fútbol femenino, cuando a nadie se le ocurriría despreciar el tenis o el atletismo femenino.

Nunca he entendido por qué se deja continuar un partido donde desde la grada se oyen gritos racistas o insultos de lo más variopinto o se tiran objetos al campo. ¿Por que un jugador de fútbol debe soportar que se le insulte? Entonces, claro, tenemos el porqué de la llamada violencia doméstica, porque si un hombre debe soportar que medio estadio le insulte o incluso le agreda, ¿cómo nos vamos a molestar porque un hombre insulte o agreda o llegue a matar a una mujer? ¿No aguantan Casillas o Messi o Ronaldo que se les llame de todo y deben conservar la calma? Pues tú más, zorra.

La violencia es contagiosa y la violencia en masa aún más. Y llegamos a verla como algo normal.Y luego todo y cualquier cosa nos parece normal... Hasta que alguien muere, claro. Entonces todo es lamentarse de por culpa de cuatro locos, blablabla. Mentira. Hipócritas. Esa gente no desembarca de una nave espacial de otro planeta, viven entre nosotros y hacen lo mismo todos los días y con cualquier excusa. Estaremos ahora tres días hablando de esa reyerta entre violentos, pero no por ello a nadie se le va a ocurrir suspender un partido a la primera que se oiga desde las gradas cualquier manifestación de violencia. Que es lo que debería ser. A la primera de los de siempre y los que se apunten a eso de "mono, enano, cabrón", el árbitro da por finalizado y anulado el partido y sanción al estadio.

¿Alguien entendería que en un colegio pasase eso, que los alumnos de una clase insultaran a otros y estos otros a los unos y tranquis, no pasa nada? Hipócritas. Pero claro, hay que proteger el negocio y ya los periodistas saben de quién es la culpa de que la gente se hostie en la calle. Ahora resulta que la culpa es solo y exclusivamente de la policía. Esa policía a la que se le llama fascista cuando interviene contra los violentos en manifestaciones. Ahora va a ser que la policía tiene que tener poderes extrasensoriales para adivinar las intenciones ocultas de las hinchadas futboleras. Ya es de vergüenza propia y ajena que para un partido de fútbol se tenga que disponer un dispositivo de cientos e incluso de miles de policías para escoltar a macarras para que puedan, angelicos, ir a desahogar sus pedos mentales a un partido de fútbol.

Mi padre y sus amigos iban al fútbol cuando el fútbol era un deporte y un deporte de señores, de ir como a una boda, con traje y corbata y puro, para estar con los amigos y pasar un rato entretenido. Sería inimaginable que esos episodios violentos pasasen en un partido de tenis o una competición de atletismo, así que ¿por qué lo vemos normal en un partido de fútbol? Pero como además de criticar hay que buscar soluciones, la solución va a ser el poner las entradas para un partido de fútbol al precio del caviar. Que, oiga, ya pasa, que se llega en reventas a precios inverosímiles de miles de euros y la gente viaja a la otra parte del mundo por ver tal o cual partido.

¿Crisis, qué crisis? Pues eso y siempre. ¿No es el fútbol considerado la élite del deporte patrio? Pues precios de élite para quien quiera verlo. Aunque lo que debería pasar es que, equipo de fútbol que sea deudor millonario del fisco, equipo que o paga o desaparece. Y con eso se acaba la liga, porque son todos morosos, pero morosos de miles de millones y, oiga, no pasa nada. Tan contentos.

Cierran empresas a cientos porque no pueden pagar sus ridículas deudas de impuestos de pequeños empresarios, pero ahí están los grandes equipos de fútbol, debiendo miles y miles de millones, más que cualquier famoso defraudador de Hacienda de esos a quien todos insultan, pero nadie protesta por las deudas millonarias del fútbol y la nefasta gestión de sus dirigentes. No veo que a nadie le moleste, y bien al contrario, se organizan los socios y no socios para dar dinero al equipo de sus amores, aunque se lo quiten de dar de comer en su casa. El equipo lo primero.

Sarna con gusto no pica. Porque si nos quitan el fútbol, morimos. Y que esto es como todo, depende del ruido mediático que atraiga más audiencia.

Es muy triste que muera gente por violencia de otros, pero también es triste que se le dé tanto espacio mediático a esta panda de salvajes que se juntan a las 8 de la mañana de un domingo para pegarse con palos y barras de hierro. Toda esa gente que intervino en la reyerta y pudo escapar están ahora encantados de la vida sabiendo y viendo que son los protagonistas de las noticias. Y los que están detenidos, cuando salgan serán recibidos como héroes entre sus colegas; cuando es bien fácil empezar y acabar con la excusa del fútbol para que los violentos hagan de las suyas.

El partido del domingo no debió celebrarse. Debió ser evacuado el estadio y jugarse a puerta cerrada. La gente que va al fútbol solo a pasar un rato agradable con amigos, familia e hijos lo comprende perfectamente, porque la gente de mente sana no puede alentar el compartir espacio con violentos. Y a los violentos se les acaba el chollo. La medida a tomar para la jornada siguiente sería esa, en señal de repulsa y asco a la violencia , todos los partidos a puerta cerrada. Esto es como el cáncer, señoras y señores: para acabar con las células malignas es inevitable que en algo afecte a las sanas, pero es así como se acaba con un tumor. De lo contrario, se enquista y se hace fuerte y acaba expandiéndose.

Y el año que viene vamos a hacer del fútbol un deporte del siglo XXI y no un show sangriento del Imperio Romano. Puesto que el fútbol no es algo imprescindible para la vida humana, vamos a convertirlo en lo que es: un lujo. Cuotas de socio al triple de lo que ahora cuesten y entradas de 200 euros para arriba (las más baratas). Y no se preocupen, que la gente no va por eso de dejar de ir al fútbol. ¿Y qué es eso de destinar cientos y miles de policías a controlar a violentos para conducirlos como lindos corderitos al estadio de fútbol y a la salida lo mismo? No, oiga, no. No con mi dinero. Si hace falta escoltar al público de un espectáculo para que no monten bulla, es que algo huele a podrido en tal espectáculo. Que la escolta a los violentos las paguen los equipos de fútbol, y si hay incidentes, que se les haga responsables.

La policía es muy mala cuando no nos deja romper escaparates en una manifestación y tiene que aguantarse si les rompen la cabeza con un ladrillo lanzado por alguien en el sacrosanto momento en que manifiesta su libertad de expresión de reivindicación social (aunque sea a base de ladrillazos, ¡policía represión, policía fascista, libertad de expresión!), pero es una inútil si no controla a esas hordas que van a un partido de fútbol. Estupendo. A ver si empezamos a ser personas y no niños que necesitan pañales y niñeras. Y si nos portamos como niños, como niños habrá que tratarnos.

Será todo lo políticamente incorrecto que se quiera, pero, personalmente, yo el domingo habría dejado a esas dos pandas a su bola y que se matasen todos entre ellos. ¿No se permite el botellón en las calles, gente borracha y vomitando y metiendo jaleo hasta las tantas por las calles y, en vez de desalojar y disuadir, bien al contrario, se habilitan "botellodrómos" por los Ayuntamientos? ¿No es vergonzoso que se invoque y se permita el derecho humano fundamental a beber alcohol en la calle con la excusa que en los pubs y discotecas las copas son muy caras? Porque cocerse a cubatas en fin de semana es un derecho humano fundamental, por supuesto.

Pues si la gente queda para darse de hostias y matarse... Pues hala, montemos "hostiódromos" donde se den de hostias hasta que se cansen. Ah, no, no hace falta, que ya existen. Para eso ya están los estadios de fútbol y sus alrededores.

Hipócritas.

2 de diciembre de 2014

Programa económico de Soñemos

PRESENTACIÓN
Hola, gentes

RESUMEN DEL DOCUMENTO
Es un documento cojonudo.
Lineas de actuación y medidas concretas.
Blablabla...
Dinero para todos (paga Europa, o China, o el Sultán de Brunei, que está forrado... Ya encontraremos a alguien, no sus preocupeis).



Eso son, en resumen, las 68 páginas del que nos dicen que es el "borrador" de un posible pero aún inexistente programa económico. Es decir, he leído eso del borrador del programa económico de Podemos, que es como el best-seller del año, pero con la peculiaridad de que todo el mundo hablaba de él como si lo pudiera recitar en verso cuando... ¡Ni-si-qui-e-ra-e-xis-tí-a!

Que no entiendo como se puede elogiar o defenestrar algo que no-e-xis-te... Y sigue sin existir, puesto que estas 68 páginas de mucha letra y poco número es, no lo olvidemos, un "borrador".

Mi conclusión es breve.

Aparte del fenómeno paranormal de que todo el mundo discuta sobre algo que no existe, si este "programa" lo han realizado catedráticos de Economía... Hay que cerrar las universidades. TODAS. Y al que le gusten los cuentos de hadas, que lo encuaderne y le ponga dibujitos. Es todo tan hermoso...

En todo caso , no hay duda que el documento está inspirado por las ideas de Groucho Marx: "Aquí tiene mis principios, si no le gustan, tengo otros". Porque esto va por fascículos y promete que va a ser una saga literaria más larga que La Guerra de las Galaxias. No olvidemos que es aún un "borrador", es decir, una posibilidad "en sucio" de un posible trabajo final. Al menos eso ha sido hasta ahora lo que se llama un borrador, algo sin acabar y que realmente no compromete a nadie.

Pues vale, leamos el borrador.

Que son ganas de hacer perder el tiempo al personal, pero hoy me pilla el asunto con tiempo libre.
Y por resumir, que si el anterior "programa europeo" era precioso pero imposible, este es igual de bonito y más literario, pero no es mucho mejor en lo que se supone que estamos tratando, que es economía. Y más que económico, ya les digo que es un documento literario, empezando con la cita a Pablo Neruda, siguiendo con Lluis Llach, Roosvelt, Ghandi, y acabando con el Papa Francisco. Pues vale.

Y si esta formación politóloga -televisiva consiguió un millón largo de votantes gracias a un programa económico fantasioso, digno de Harry Potter y su varita mágica, con este nuevo (que solo es un "borrador" y, por tanto, seguimos sin saber cómo se paga o pagaría ese bonito cuento de hadas), puede que el entusiasmo de los eurofans decaiga algo pero aun así permanezca. Porque reconocer que has votado a una estafa televisiva no mola nada y duele perder la ilusión en la magia.

Pero leer siempre es bueno para las neuronas, así que leamos.

Es mucho blablabla haciendo lo que hacen todos, echar las culpas al universo entero de todo, con la ventaja de que a estos de Podemos nada se les puede reprochar puesto que NADA han hecho aún. Y como renuncian a presentarse en elecciones municipales, a esos puestos más cercanos a los votantes, que es votar a quien dirige y gestiona las cuentas del Ayuntamiento y ahí sí que nos vemos todos por la calle y no solo en la tele, pues que como renuncian a esa cercanía al votante... Nos tendremos que conformar con esto de un "borrador" para un mundo feliz.

Le pongo un seis como trabajo literario, demasiada palabra para poca chicha, hay que concretar más. Es un trabajo de alumno mediocre: mucha cita, poca chica. Y ese truco del almendruco, de rellenar para no dejar de contestar, ya lo hemos hecho todos en los exámenes cuando eramos estudiantes...

Pero ¿qué más dará?

Si la economía es como la climatología, uno puede hacer predicciones científicas o simplemente desear que no llueva el fin de semana y, ya con la maleta preparada, llega una borrasca ciclogénica explosiva o el anticiclón de las Azores y te la lía parda. Por tanto, el borrador le importa a todo el mundo una mierda, porque ¿desde cuando el votante español lee o ha leído nunca el programa electoral de nadie? Aquí se vota al que te mola porque te mola y punto. Y al que no te mola pero jode al que te mola, pues se le vota aún menos. De toda la vida. Bueno, ¡aquí y en todos sitios!

En fin... Lo dicho, no me puedo creer que este documento esté redactado por catedráticos en Economía. De hecho, no me lo creo. Porque si me lo creo me desmayo. Es imposible. Como mucho, es un bonito y literario documento hecho por alumnos de Bachiller como trabajo de fin de curso para la asignatura de Literatura.

1 de diciembre de 2014

25 años no son nada...

Todo empezó con un mensaje que recibí, de una excompañera de instituto, el pasado mes de octubre: "Espe, se está preparando en el Amorós una reunión de antiguos alumnos para celebrar que este 2014 hace ya 25 años que los de nuestra promoción terminamos COU. Anímate, que va a estar genial. Si quieres, pide también que te incluyan en el grupo de Whatsapp; es una locura pero mola. Besos, Elena".

Después de leer ese mensaje, un montón de recuerdos se agolparon en mi cabeza. Ya no queda prácticamente ni rastro de la chica tímida que era cuando, con 14 años y totalmente atemorizada, llegué por primera vez al colegio Amorós un mes de septiembre de 1985 (en realidad estuve atemorizada muchísimo tiempo más, gracias a unos cuantos de mis compañeros de clase que aprovecharon que no terminaba de adaptarme; aunque como diría Michael Ende, esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión). Aun así tenía mis dudas de si debía acudir a la cita o no. ¿Se acordarían de mí mis compañeros? ¿Qué pasaría cuando viera a todos aquellos con los que no había tenido ningún contacto en estos 25 años? ¿Me costaría tanto como entonces relacionarme con ellos de nuevo? Como me habían dicho que el plazo para apuntarse acababa en unos cuantos días, decidí confirmar en principio mi asistencia; si después en algún momento cambiaba de idea, pensé que siempre tendría tiempo de poder echarme atrás...

A los pocos días recibí la notificación de que me habían agregado al famoso grupo de Whatsapp; y ahí empezó la locura. El administrador nos dio la bienvenida a los recién llegados, saludé tímidamente a mis antiguos compañeros y, a partir de ese momento, todo fue sobre ruedas. Efectivamente, aquello era de locos y hubo algún día en el que llegamos a enviar y recibir más de 1.000 mensajes entre textos varios, fotografías nuestras actuales y de hace 25 años, de hijos y sobrinos, de cielos, nubes, amaneceres y atardeceres desde nuestros respectivos lugares de trabajo, e incluso un cartel que el hijo de una de mis compañeras diseñó para la ocasión...


Fueron unas semanas frenéticas, en las que dejabas el teléfono móvil abandonado un rato y a veces se hacía imposible ponerse al día para conseguir leerlo todo; pero fue en aquellos momentos cuando empecé a tener la sensación de que estaba hablando con amigos de toda la vida, compartiendo confidencias como si hubiéramos hablado ayer por última vez. Me sentí tan arropada por todos (qué sensación tan distinta a la que sentía en la época del colegio) que durante esos días decidí que no había ninguna duda: tenía que animarme a estar allí con todos ellos el 29 de noviembre.

Y por fin llegó el día. Quedé para desayunar con una antigua compañera de EGB, porque su marido había estudiado conmigo en el Amorós y habíamos decidido ir juntos; pero estaba tan nerviosa que casi no pude concentrarme en lo que hablamos mientras desayunábamos. Cuando aparcamos en el colegio vimos que llegaban andando dos compañeros, Begoña Barreira y Javier Casallo, los primeros a los que saludé. Y el abrazo que nos dimos Begoña y yo fue tan cariñoso y tan efusivo, que por un instante me sentí completamente idiota por haber dudado de si me encontraría a gusto allí... Después, ya en la puerta del colegio, hubo momentos de saludos, de abrazos, de recordar nombres y ponerles cara, de dirigirnos algunos nuestras primeras palabras (en el instituto éramos muchas clases y algunos no llegamos a coincidir nunca)...

Nos reunieron a todos en un aula, junto con algunos de nuestros antiguos profesores, y el director se presentó, nos mostró un vídeo con una recopilación de fotografías que inmortalizaban diferentes momentos de nuestro paso por el colegio, y por último nos pidió que de forma muy breve nos presentáramos al resto de compañeros y que indicáramos qué era lo que más nos había marcado de nuestra época de estudiantes allí. Cuando empecé a escuchar a los demás no sabía muy bien qué podría decir, porque mis recuerdos de aquellos años no eran especialmente buenos; pero enseguida tuve claro, y así lo dije cuando llegó mi turno, que a pesar de esos recuerdos estaba totalmente feliz de haberme animado a compartir ese día con todos.

Tras la foto de rigor en la puerta principal del colegio, nos organizamos para ir desde allí al sitio donde habíamos decidido comer. La verdad es que no le prestamos demasiada atención a la comida porque estábamos todos igual de emocionados y se nos pasó el tiempo volando entre charlar con nuestros compañeros de mesa, pasearnos por el local para hablar con unos y con otros, hacernos fotos, repartir los regalos del amigo invisible, acompañado de un póster con nuestras fotos del antes y del ahora... Mi amigo invisible, por cierto, tuvo una puntería enorme porque me regaló una bufanda que por supuesto viajará conmigo a Moscú el próximo mes de enero.

En este rato de comida y sobremesa fue cuando más tiempo tuve de hablar con mis compañeros, aunque no tanto como me habría gustado porque éramos casi 80 y fue imposible hacerlo; recordamos muchas anécdotas, muchos detalles, y algunas cosas mías que jamás imaginé que alguno de ellos sería capaz de recordar después de tantísimo tiempo. Yo que pensé que en aquella época había pasado totalmente desapercibida en el colegio, llegué a emocionarme cuando alguien me dijo que durante todos estos años había tenido en su corazón un hueco para todos, incluida yo... Y aunque fueron momentos muy divertidos por un lado, y emocionantes por otro, me quedo con uno que fue para mí el más especial de todos; no solo por la charla que tuve con este compañero, sino por el gesto tan bonito que tuvo conmigo cuando nos hicieron esta foto juntos. Eso sí que me emocionó ya del todo...


Como colofón, fuimos a tomar algo a uno de los bares cercanos al colegio. Al final hubo problemillas técnicos y el karaoke que varios compañeros habían estado preparando durante semanas no pudo ser, pero lo pasamos genial y de hecho algunos acabaron el encuentro de antiguos alumnos a la mañana del día siguiente...

Me resulta imposible expresar mejor el auténtico torrente de emociones que todos experimentamos el sábado, pero estoy segura de que los que estuvieron allí lo entenderán perfectamente. Muchas gracias, a todos ellos, por haberme hecho pasar un día que no olvidaré jamás, y sobre todo por haberme hecho darme cuenta de que en realidad siempre pertenecí a esta gran familia "amorosiana", aunque me haya costado 25 años sentirlo de verdad, y verlo con mis propios ojos...


27 de noviembre de 2014

¡Qué pestiño!

Ayer vi esta película en el canal Decine, y puesto que nunca me había topado con Torrente en el cine, me quedé a verla, ya que es sabido por todos que es una de las más taquilleras del cine español y me pudo la curiosidad. En qué mala hora.

Santiago Segura parece un tío simpático, buena gente en general, y guardo muy buen recuerdo de su actuación junto a José Mota en el musical Los productores, no tanto de su doblaje para la película americana del mismo nombre. Torrente, como personaje, ya sabía que era un ser patético, fachorrón y fascistoide, amante de la música de El Fary.

Pero la película, a la que me enfrenté con previa sonrisa, por aquello de que le precede su fama, me amargó la noche. Bueno, no me amargó nada; no llega a eso, es solo una película, pero es infumable, está mal hecha, no tiene pies ni cabeza y no entiendo cómo la gente pierde el oremus por participar en la saga Torrente, cuando no puede ser más que una mancha en el historial de cualquiera, ya sea del medio profesional o del simple famoseo.

Está claro que todo eso de los cameos de famosos, por una parte, son producto claro del esfuerzo y encanto personal de Santiago Segura, a la vez que una inmensa fuente de publicidad y promoción gratis de la película y también de recortar gastos en nóminas, pues creo que el sueldo de esos cameos es poco más que simbólico. Aunque eso no lo sé a ciencia cierta.

En resumen, que es una película no mala, lo siguiente y lo siguiente hasta el infinito, y no he visto ni una escena que incite a la risa. Y yo soy de risa generosa, PERO este tipo de humor, si es que a esto se le puede llamar humor, no lo capto. Salvo a Toni Leblanc, porque este señor es lo mejor de lo mejor lo pongas donde lo pongas, y en las escenas donde aparece son los únicos momentos en que parece que estás viendo una película y no la función del colegio del vecino del 5º, que ni te interesa y te aburre.

Conocía, recuerdo ahora, cuando esta y las otras pelis de la saga se iban estrenando y eran éxito rotundo, a mucha gente entre mi círculo de conocidos e incluso amigos que se hicieron incondicionales fans de Torrente y sus películas y repetían constantemente expresiones supuestamente graciosas de Torrente... Ahora ya entiendo por qué hace años que no se nada de esa gente...

No llega a ser una película desagradable, aunque está claro que también es esa una de sus intenciones, es solo un bodrio aburrido y mal hecho sin pizca de gracia. Si la saga Torrente nació como parodia histriónica e hispana de los héroes machitos made in USA, es un absoluto fracaso pero hace que las de Esteso y Pajares parezcan sublimes obras de arte.

No obstante me alegro de su éxito como producto patrio, pues aunque sea una mierda, es mierda española al fin y al cabo, que otras peores hay y nos las comemos y pagamos, y que así su productor haya podido comprarse una gran casa y cientos de hectáreas de gallegos viñedos con la trepidante recaudación obtenida. Ahora bien, como el resultado de esos viñedos sea del mismo estilo que esta serie de películas, yo casi prefiero beber directamente vinagre.

Ayer me acosté con un regusto de parecido amargor en mi paladar cinéfilo: "SI ESTO ES UNO DE LOS MAYORES ÉXITOS DE TAQUILLA DEL CINE ESPAÑOL, APAGA Y VÁMONOS". Y apagué la luz y me dormí.

Para olvidar y nunca más.

7 de octubre de 2014

¿Dentro o fuera?

Hoy un amigo nos ha hecho llegar una imagen de lo más curiosa, aunque tengo que confesar que todavía sigo intentando procesar qué es lo que significa...




Imagino, aunque no sé si acertadamente, que lo que quieren decir es que no se admiten productos ajenos al establecimiento en el que han puesto este cartel; pero claro, eso de "ni dentro ni fuera" me despista un poco... Porque si estamos dentro del recinto, me parece hasta cierto punto lógico que no podamos acceder a él con comida y bebida de fuera; pero ¿y si estamos fuera del recinto? ¿Hasta dónde abarca ese "fuera"? ¿Habrá un radio límite de metros, como en las órdenes de alejamiento? Que alguien me lo explique, porque no me queda nada claro.

Eso sí, al menos esta pequeña disertación me ha traído a la cabeza una canción de mis queridos chicos de Rammstein, titulada "Rein, raus", que precisamente significa "Dentro, fuera".



2 de junio de 2014

¿¿¿Perdón???

Todavía estoy impactada con lo que vi hace unos días en el suplemento dominical de un periódico de tirada nacional, bastante conocido, por cierto. Claro que imagino que la culpa no la tienen los del periódico sino los que han redactado el anuncio. Aun así, yo no sé si me negaría a publicar en mi periódico algo como esto, porque sólo de verlo me dio sarpullido...




En fin, toda la vida pensando que este calzado se llamaba "abarcas" y ahora resulta que les han cambiado el nombre y yo sin enterarme...

25 de febrero de 2014

Esos latinajos...

Por más vueltas que le doy, nunca he entendido muy bien que haya gente que se empeñe en decir cosas en un idioma que no conoce. Siempre me han hecho mucha gracia esos que dicen "Maiami" refiriéndose a Miami, y luego dicen "Dónes" refiriéndose a Donetsk; si no sabes pronunciarlo, di el nombre en español y déjate de complicaciones, que digo yo que además te ahorrarás quedar en ridículo...

Pero en fin, a veces hay quien se quiere poner fino y dice las cosas en latín, que por supuesto quedan mucho más bonitas; aunque claro, si tampoco tiene ni idea de cómo se dicen, pasa lo que pasa. Esta vez ha sido nada menos que en el titular (para que salte bien a la vista) de una noticia del diario ABC:




A ver si nos enteramos de que en latín se dice MOTU PROPRIO, no "de motu propio" como han escrito aquí. Ah, y ya puestos, aclarar también que no es "a grosso modo" sino GROSSO MODO. En fin...

10 de febrero de 2014

Cuadernos itálicos (V): Roma, día 4 / Vaticano

Como la Roma Pass es válida para 3 días, y además no incluye la entrada al Vaticano ni a sus museos, hemos decidido dejar esta visita para nuestro cuarto día completo en Roma. Por la mañana cogemos el metro hasta Ottaviano, y desde ahí andamos un poco.

La plaza de San Pedro siempre me la he imaginado enorme, de tantas veces como la he visto en los libros de historia del arte y en la televisión; pero cuando al llegar allí entramos por una de las filas de columnas, me quedo impresionada porque todo lo que me había imaginado se queda corto. Tanto el tamaño de la propia plaza como la altura de las columnas te hace sentir insignificante. Uno de sus elementos más llamativos es su enorme obelisco egipcio, de nada menos que 350 toneladas, 25 metros de altura y 4.000 años de antigüedad. Y en torno a él hay una historia que a mí me parece de lo más curiosa e interesante...
El obelisco se colocó el 10 de septiembre de 1586, y para ello hicieron falta 900 hombres, 150 caballos, unas cuantas poleas y cientos de metros de cuerda para ponerlo de pie en el centro de la plaza. Como es natural, el espectáculo atrajo a mucha gente y los responsables de colocar el obelisco debían estar concentrados para poder escuchar las órdenes de los técnicos. Así que el Papa Sixto V ordenó a todo el mundo permanecer en absoluto silencio, bajo pena de muerte. Pero al poco rato de que los obreros hubieran comenzado a izar el obelisco, las cuerdas empezaron a ceder y a echar humo debido a la fricción.

De repente, un grito resonó en toda la plaza. Se trataba del marinero Bresca de Liguria, capitán de un barco genovés y conocedor de que las cuerdas de cáñamo se pueden romper si no se las enfría. A pesar de la advertencia del Papa, y a sabiendas de que se exponía a ser ahorcado, este hombre se hizo oír gritando, en dialecto genovés, la frase Daghe l'aiga a le corde!, que significa ¡Agua a las cuerdas!. Por supuesto, Bresca fue detenido y llevado ante el Papa; pero éste, en lugar de castigarlo, lo recompensó, condeciéndole el privilegio de poder izar en su barco la bandera vaticana, y otorgándole a él y a sus herederos el derecho a vender en exclusiva las palmas del Domingo de Ramos para la Santa Sede. Esta hazaña todavía persiste en la memoria de los habitantes del pueblo natal de Bresca, Bordighera. En la actualidad, el grito que en su día se dio en genovés y que en italiano es Acqua alle funi!, es una frase que simboliza la rebeldía ante el poder establecido, así como el coraje de cualquiera que se enfrente a los abusos, anteponiendo el bien común al riesgo propio sin pensar en las consecuencias personales. Una frase que debería pronunciarse ante las grandes injusticias.
Lo siguiente que hacemos es por supuesto visitar la basílica de San Pedro, la más grande del mundo. El acceso es gratuito, y al igual que para el resto de iglesias de toda Italia, para acceder a ella deberás ir vestido con decoro: no podrás llevar pantalones cortos, ni faldas por encima de la rodilla, ni los hombros descubiertos. La basílica original se construyó en el ager Vaticanus (colina Vaticana) en el siglo IV, en tiempos de Constantino, el primer emperador cristiano de Roma. Se supone que en este mismo lugar, donde antiguamente estaba ubicado el circo de Nerón, es donde San Pedro fue martirizado y posteriormente enterrado, allá por el año 64 aproximadamente. Si el exterior de la basílica es impresionante, su interior, con una capacidad para 60.000 personas y en la actualidad con planta de cruz latina, no se queda atrás; la nave central, de casi 190 metros de longitud, nos sobrecoge. Además aquí se albergan verdaderas obras de arte, aunque quizá la más conocida sea la Piedad de Miguel Ángel, una maravilla a la que las fotos no le hacen justicia.

Si queremos subir a la cúpula de la basílica, que por cierto después de verla ya me queda claro por qué la profesora de historia del arte del instituto nos contaba que los italianos la llaman il cupulone, debemos salir del edificio y dirigirnos a nuestra izquierda. A partir de la terraza, la subida no está recomendada a personas que tengan vértigo, claustrofobia o problemas cardiacos; eso sí, las vistas desde allí arriba son espectaculares.

Para finalizar el recorrido por San Pedro, la otra opción es ver además la necrópolis vaticana y la tumba de San Pedro, visita que hay que reservar con antelación (en este enlace explican con todo detalle el procedimiento de reserva). El recorrido dura unos 90 minutos y tenemos ocasión de subir y bajar por subterráneos, ver numerosos sepulcros de familias romanas pudientes, recorrer infinidad de pasillos e incluso pararnos un momento en el lugar en el que se supone que está la tumba de San Pedro. Al finalizar la visita a la necrópolis, podremos ir directamente al mismo patio por el que entramos al principio, o bien visitar las tumbas de los papas. La que en la actualidad está más a la vista, y casi siempre rodeada de un montón de gente, es la de Juan Pablo II.

Y por último, no podemos marcharnos del Vaticano sin visitar sus museos. Para verlos todos te podrías pasar allí fácilmente una vida entera, así que si no dispones de tanto tiempo, lo mejor es investigar con antelación qué es lo que hay y qué te interesa ver más, o decidirlo una vez que llegues allí. Si vas a tu aire no hay ningún problema, pero es bastante recomendable reservar las entradas con antelación; se puede hacer directamente en su página web, y así te ahorras las colas. Además de los diferentes museos temáticos y las estancias del pintor Rafael, la estrella de los museos es por supuesto la capilla sixtina, y de hecho hay gente que pasa del resto y va directamente a verla; esto me recuerda un poco a Ikea, porque en todas partes hay carteles que te marcan cuál es el atajo que debes seguir para llegar a la capilla.

Las escenas que podemos contemplar en ella son las de la bóveda (que se reparten entre enjutas, pechinas, sibilas y profetas, e historias centrales), el juicio final (situado en la pared del fondo de la capilla, que en realidad es la primera que ves según entras a la derecha), la pared Norte (que incluye lunetos, pontífices, historias de Cristo y cortinas), la pared Sur (con los mismos elementos de la anterior, pero sustituyendo las historias de Cristo por las de Moisés) y la pared de entrada, que incluye diversas escenas sobre lunetos, pontífices e historias de Moisés y Cristo. La fotografía que pongo está sacada de esta maravilla de web, porque allí dentro está prohibido hacerlas aunque siempre haya algún espabilado que intenta sacar fotos de tapadillo...

Tras este día tan intenso visitando los museos, nos vamos finalmente dando un paseo hasta el castillo de Sant'Angelo, que está bastante cerca del Vaticano. Allí llegamos ya a última hora de la tarde, aunque nos da tiempo a entrar en el castillo, pasar un rato viéndolo por dentro y subir a lo más alto, desde donde también hay unas vistas espectaculares. Lo único es que el castillo se ve tan bonito en las fotos que no me puedo imaginar que esté tan descuidado; al menos esa es la impresión que me da, como de medio dejadez.

Y para rematar la jornada, decidimos relajarnos y tomarnos algo en uno de los chiringuitos que hay cerca del castillo, justo debajo del puente de Sant'Angelo, donde inevitablemente me vuelvo a acordar de Vacaciones en Roma porque en uno de esos chiringuitos es donde Audrey Hepburn se lía a guitarrazos con los agentes secretos. Mañana nos toca despedirnos de esta maravillosa ciudad...

8 de enero de 2014

Me he perdido...

Esto lo he visto en Twitter y, aunque me ha quedado claro lo que querían decir, la verdad es que se podían haber esmerado un poquito más. Vale que con la limitación de caracteres hay que andar con cuidado, pero en fin...



Además de comerse una preposición (debería ser "a un fan suyo AL que le diagnosticaron un cáncer"), han hecho tal batiburrillo que podría pensarse perfectamente que al pobre fan le diagnosticaron la enfermedad sólo y exclusivamente para que pudiera vivir el partido. En fin...

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