Imagen: Google Maps. |
Para nuestro primer viaje a Alemania, decidimos hacer una primera parada en Reims. Como viajamos en coche y sólo tenemos pensado parar en la ciudad unas pocas horas para dormir, hacer algo de turismo y poco más, prácticamente el único requisito que buscamos es que el hotel tenga aparcamiento; después de varias búsquedas este nos convence, en primer lugar porque nos va genial que esté tan céntrico, y en segundo lugar por el precio; aunque a día de hoy aún seguimos esperando la confirmación de reserva de plaza de aparcamiento por parte del personal del hotel, a quienes habíamos escrito por correo electrónico semanas antes del viaje para asegurarnos de que no habría problemas con el coche...
Este hotel se encuentra en el Boulevard Paul Doumer 21, en pleno centro de Reims. De hecho está tan céntrico que si salimos del edificio y lo rodeamos hacia nuestra derecha para tomar la calle Libergier, en pocos minutos acabaremos llegando a la catedral de Notre Dam. El edificio es grande, con cuatro pisos, y la calle en la que se encuentra es bastante concurrida. Una vez allí nos enteramos (a buenas horas) de que sí tienen aparcamiento para huéspedes, y que se paga por días; aunque vemos que en las calles de alrededor hay bastantes huecos y nos sale más barato el parquímetro que el hotel, así que por unas pocas horas decidimos que no merece la pena aparcar dentro del edificio.
Nuestra habitación es doble, casi rectangular y bastante grande; aunque nos damos cuenta de que es casi más grande el cuarto de baño que el resto de la habitación. Una pena, porque un baño tan grande les ha quedado medio vacío y se ve un poco desangelado... A mí me recuerda un montón a los baños de los hospitales. A continuación tenemos un armario pequeño y un escritorio con una mesa y una silla, y al lado la ventana, que da a la fachada principal.
Al fondo de la habitación hay dos camas bastante grandes juntas, con un par de mesillas de noche a cada lado. Junto a una de las camas han aprovechado el hueco entre la pared y una viga para colocar un armario empotrado diminuto; se ve que son conscientes de que el armario que hay a la entrada de la habitación no es suficiente, y aunque no vamos a necesitar mucho espacio porque ni siquiera vamos a llegar a deshacer las maletas, siempre está bien que piensen en los huéspedes que sí lo necesitan. Aunque está disponible, no llegamos a utilizar la conexión a internet, ni la caja fuerte ni el servicio de lavandería, pero ahí están también. Y la televisión la vemos únicamente un rato por la noche antes de dormir, pero entre otros canales se puede sintonizar Televisión Española.
A la mañana siguiente, antes de continuar nuestro camino hacia Alemania, vamos al comedor ya que hemos reservado la opción de alojamiento y desayuno. El desayuno está bastante bien, de tipo buffet y con mucha variedad de cosas para elegir, lo cual nos viene muy bien para empezar el día con energía, que tenemos por delante unos cuantos kilómetros antes de llegar a Maguncia, nuestro siguiente destino. Únicamente nos queda pasar por recepción para devolver la llave de la habitación, y dedicarnos a recorrer la ciudad durante unas horas. La estancia aquí ha sido breve pero no tan traumática como esperábamos, y es que nos habían dicho miles de veces que los alojamientos en Francia son caros y por lo general bastante malos. A nosotros nos parece que una noche en régimen de alojamiento y desayuno no está nada mal por 62 euros, teniendo en cuenta entre otras cosas que estamos en pleno centro; pero como esto de los precios puede variar mucho según las fechas, como siempre lo mejor es consultarlo.
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