Y yo me he quedado pensando en que a lo mejor, con tanta crisis y tanta reforma, igual es que se habían inventado un cargo nuevo. Pero por supuesto no, es que se les había ido la tecla y habían bautizado a esta mujer. Ya me veía a los de las editoriales, que en su día publicaron las historias de Blancanieves y la Cenicienta, cambiando el texto para sustituir a la madrastra aquella tan mala malísima y encasquetarle este otro cargo...
Cuando veo estos errores, normalmente suelo dejar un comentario en la noticia en cuestión, o enviar un correo con un pantallazo a la dirección de contacto del periódico, para hacerles ver que se les ha escapado algo. Creo recordar que, hasta ahora, nunca jamás se han dignado a contestar; otras veces, sin embargo, han publicado el comentario que he dejado en la noticia y además han hecho la corrección oportuna; y en otras ocasiones incluso han hecho la corrección pero el comentario no ha llegado ni a aparecer en la noticia. Cosas de la libertad de expresión, supongo...
Menos mal; esta vez sí han hecho caso y, desde hace un rato, el titular ya aparece corregido:
No sé quiénes serán exactamente los que redactan las noticias los fines de semana, pero es cuando se encuentra más abundancia de gazapos. Igual es que tienen redactores automáticos, vaya usted a saber... En cualquier caso y con lo que saltan a la vista, que pasen esas cosas con los titulares ya tiene narices...
Tú siempre a la caza del gazapo perdido, ja, ja!
ResponderEliminarChica, es que no lo puedo evitar. Esto de haber trabajado corrigiendo textos debe de ser que me marcó, jaja.
ResponderEliminar