Edificio del Rijksmuseum |
La distribución del edificio me pareció muy original, porque en la primera planta han ordenado las obras cronológicamente; así que es muy interesante ir observando la evolución artística y las diferencias entre las pinturas de los primeros tiempos y de los últimos, cuando Van Gogh ya andaba un poco mal de la cabeza. La segunda planta está dedicada más bien a las diversas investigaciones que se han llevado a cabo históricamente sobre la obra del pintor; y también se nos habla de algunos cuadros que no se sabe con seguridad si fueron pintados por él. Y por último, la tercera planta expone una muestra de obras de artistas contemporáneos a Van Gogh. Aunque donde yo me volví loca del todo fue en la tienda de recuerdos, porque es increíble la cantidad de cosas que puedes comprar allí, a cuál más bonita.
De Nachtwacht |
También muy cerca de aquí, aunque esto se puede saltar perfectamente (nosotros lo visitamos porque estábamos al lado y la entrada estaba incluída en la Amsterdam Card), es la fábrica de diamantes. No es un museo propiamente dicho, porque aunque tienen expuestos varios tipos de diamantes y te explican cómo distinguirlos, cómo se trabajan, etc., el objetivo que tienen es que al final de la exposición acabes comprando algo; y lógicamente, los precios de un diamante no es que sean baratos precisamente. Pero como curiosidad, y si tenéis tiempo, es interesante de ver.
También como curiosidad, aunque si no sois cerveceros como es mi caso puede que no os llame la atención, es Heineken experience, un museo de la cerveza que está alojado en una antigua fábrica. Aquí podemos conocer todo lo relativo a la marca Heineken, desde los primeros edificios en los que se alojó la fábrica, allá por mediados del siglo XIX, hasta la evolución tanto de la marca como de la propia cerveza, y hasta podremos probarla allí mismo. Ya digo que yo no es que sea muy entusiasta de la cerveza, pero lo cito por si a alguien le interesa.
Fachada del museo Hermitage |
Otros dos museos que por lo general se suelen visitar juntos (más que nada porque a los que les interesa el tema siempre se les antoja visitar los dos) son por un lado el museo histórico judío, que se encuentra en el entorno de cuatro sinagogas que quedaron casi intactas después de la Segunda Guerra Mundial y que para mi gusto se puede saltar perfectamente porque no me parece una visita imprescindible; teniendo además casi al lado de casa la sinagoga del Tránsito, en Toledo, que también incluye una exposición sobre los judíos y su historia, me quedo con ella sin dudarlo. Y por otro lado tenemos la casa de Ana Frank, el sitio en el que Ana estuvo escondida con su familia y donde escribió su famoso diario; aquí es casi obligatorio comprar las entradas con antelación, porque hay tantos visitantes que si vas a la aventura es bastante probable que te quedes sin poder entrar.
Nieuwe Kerk junto al palacio real |
En cuanto a edificios religiosos, en la ciudad hay unos cuantos que podemos ver (sin ir más lejos las cuatro sinagogas en las que mencioné que se aloja el museo histórico judío), pero las iglesias más típicamente visitadas son cuatro. Una de ellas es Nieuwe Kerk (iglesia nueva), en pleno centro. Data del siglo XV y es uno de los edificios más importantes de Ámsterdam; en ella se han celebrado las bodas de los reyes holandeses y también sus ceremonias de coronación.
En contraposición tenemos la Oude Kerk (iglesia vieja), que con su fecha de construcción en 1302 tiene el honor de ser el edificio más antiguo de toda la ciudad. En sus primeros tiempos era una simple capilla de madera, que se fue ampliando hasta llegar a alcanzar la forma de enorme basílica gótica que tiene hoy día. Esta iglesia es bastante sencilla, pero no hay que perder de vista sus espectaculares vidrieras, y también el artesonado de su techo, en el que todavía podemos ver pinturas originales del siglo XV.
Oude Kekr |
Y por último, Zuider Kerk (iglesia del sur) data del siglo XVII y fue la primera que se construyó para los fieles de creencias protestantes. Como curiosidad, la casa en la que vivió Rembrandt se encuentra muy cerca de esta iglesia, y tres de los hijos del pintor están enterrados en su cementerio. En la actualidad no se utiliza como iglesia pero se puede visitar igualmente, ya que el edificio se ha rehabilitado y lo usan como centro municipal de información y suele albergar además diversas exposiciones temporales.
Aunque por supuesto hay muchas más cosas que ver en lo referente a museos e iglesias, estos son los lugares que nosotros tuvimos tiempo de visitar. Pero si os apetece explorar y la agenda os lo permite, tenéis para entreteneros un buen rato.
A nosotros nos encanta visitar las iglesias y los museos a las ciudades que vamos, creemos que, en especial los museos, muestran parte de la historia de esa ciudad y de todo lo importante que hay en ella. Las iglesias, según el lugar que sea, pueden resultar todas iguales en su interior. Muy buen recorrido por Ámsterdam. Besos.
ResponderEliminarLa verdad es que sí, sobre todo si están bien organizados, pueden ser perfectos para aprender un pedacito de historia de los lugares a los que se va. Las iglesias, según de qué estilo sean, sí es cierto que en el interior puede que no las encontremos tan diferentes.
EliminarMe ha encantado hacer recorrido por Amsterdam a traves de tus letras, me has recordado muchas cosas de las que vi. El museo de Ana Frank me dio bastante tristeza, aunque lo vi mas emotivo que cultural :(. Un besito wapa.
ResponderEliminarSí, hay algunas cosas que te dejan un nudo en la garganta cuando las ves...
EliminarQue buen repaso a los museos de Amsterdam :-)
ResponderEliminarY eso que me faltaron unos cuantos... Pero así hay excusa para volver.
Eliminar