Cuando se intenta profundizar sobre este tema, uno se encuentra con un gran obstáculo, que es la enorme cantidad de información falsa, gracias a millones de conspiranóicos, que hay disponible, ahora más que nunca gracias a internet. Pero si uno intenta ir más allá del mero foro de intercambio de opiniones y de vídeos falsos o retocados en youtube, puede encontrar auténticas revelaciones en forma de libros, documentos y estudios fotográficos serios.
Es el caso de este libro que os recomiendo, JFK, caso abierto, escrito por el prestigioso periodista francés William Reymond a partir del testimonio del magnate tejano Billie Sol Estes.
Escrito en el año 2004, aporta los datos más recientes (hasta el momento) de que se dispone sobre el caso del asesinato de JFK, y la razón por la cual todos estos documentos incriminatorios no habían salido a la luz anteriormente es muy sencilla: el Sr. Estes simplemente no había querido hablar antes, por razones que se dejan bien patentes a lo largo de sus páginas y que, resumiendo, se reducen a su lealtad hacia Lyndon B. Johnson, quien sucedió de forma inmediata a Kennedy a las pocas horas de su muerte (al más puro estilo golpe de Estado; si uno se para a pensarlo con detenimiento... ¿Dónde se ha visto que a un presidente asesinado lo suceda el primero de turno, sin sufragio ni nada que se le parezca...?).
La relación entre Billie Sol Estes y Lyndon B. Johnson no debe ser interpretada como tal, pues básicmante se reducía al hecho de que Estes financió durante años de forma interesada a Johnson y este, a su vez, hacía la vista gorda ante el desvío de subvenciones muy cuantiosas que iban a parar a las arcas del Señor Estes.
Los documentos que posee Billie Sol Estes dejan claro y sin lugar a dudas que hubo al menos tres tiradores, incluso da la identidad con pruebas irrefutables (como huellas dactilares perfectamente claras) del segundo tirador, que no es otro que un asesino a sueldo que Lyndon B. Johnson habíia contratado ya varias veces con anterioridad al asesinato de Kennedy para quitarse de en medio a personajes “molestos”. No doy su nombre para que lo descubráis entre las páginas de este libro.
Como dice el propio Sol Estes: no hay que darle muchas vueltas a la razón por la que se asesinó a Kennedy, ni tampoco hay que buscar a los conspiradores en Cuba, ni en Rusia ni en ninguna parte que no sea Tejas: Lyndon B. Johnson quería la Casa Blanca desde que tenía uso de razón. Con la llegada de Kennedy a la escena política por sorpresa, vio que esa meta se le escapaba de las manos ante sus propios ojos. Y decidió actuar.
Y si eso parece algo demasiado fuerte para afirmar así, os animo a que leais este libro, que os va a llevar una semana escasa, y, como me pasó a mí, se os ponga la carne de gallina con la última frase que se recoge en él, transcrita directamente de una cinta magnetofónica grabada a escondidas durante una reunión de “amigos” de Lyndon B. Johnson, que el Sr. Billie Sol Estes ha estado guardando celosamente como su seguro de vida hasta que decidió contarle todo a este periodista francés.
La noche en que terminé este libro y leí esa última frase entrecomillada, no pude dormir, pensando en lo que contenía…
Os dejo, además, un enlace que no tiene desperdicio, que lo lleva Mr. Fletcher Prouty, que no es otro que la persona real que se escondía tras el misterioso Señor X de la película "JFK" de Oliver Stone, interpretado magistralmente por Donald Sutherland.
Es el caso de este libro que os recomiendo, JFK, caso abierto, escrito por el prestigioso periodista francés William Reymond a partir del testimonio del magnate tejano Billie Sol Estes.
Escrito en el año 2004, aporta los datos más recientes (hasta el momento) de que se dispone sobre el caso del asesinato de JFK, y la razón por la cual todos estos documentos incriminatorios no habían salido a la luz anteriormente es muy sencilla: el Sr. Estes simplemente no había querido hablar antes, por razones que se dejan bien patentes a lo largo de sus páginas y que, resumiendo, se reducen a su lealtad hacia Lyndon B. Johnson, quien sucedió de forma inmediata a Kennedy a las pocas horas de su muerte (al más puro estilo golpe de Estado; si uno se para a pensarlo con detenimiento... ¿Dónde se ha visto que a un presidente asesinado lo suceda el primero de turno, sin sufragio ni nada que se le parezca...?).
La relación entre Billie Sol Estes y Lyndon B. Johnson no debe ser interpretada como tal, pues básicmante se reducía al hecho de que Estes financió durante años de forma interesada a Johnson y este, a su vez, hacía la vista gorda ante el desvío de subvenciones muy cuantiosas que iban a parar a las arcas del Señor Estes.
Los documentos que posee Billie Sol Estes dejan claro y sin lugar a dudas que hubo al menos tres tiradores, incluso da la identidad con pruebas irrefutables (como huellas dactilares perfectamente claras) del segundo tirador, que no es otro que un asesino a sueldo que Lyndon B. Johnson habíia contratado ya varias veces con anterioridad al asesinato de Kennedy para quitarse de en medio a personajes “molestos”. No doy su nombre para que lo descubráis entre las páginas de este libro.
Como dice el propio Sol Estes: no hay que darle muchas vueltas a la razón por la que se asesinó a Kennedy, ni tampoco hay que buscar a los conspiradores en Cuba, ni en Rusia ni en ninguna parte que no sea Tejas: Lyndon B. Johnson quería la Casa Blanca desde que tenía uso de razón. Con la llegada de Kennedy a la escena política por sorpresa, vio que esa meta se le escapaba de las manos ante sus propios ojos. Y decidió actuar.
Y si eso parece algo demasiado fuerte para afirmar así, os animo a que leais este libro, que os va a llevar una semana escasa, y, como me pasó a mí, se os ponga la carne de gallina con la última frase que se recoge en él, transcrita directamente de una cinta magnetofónica grabada a escondidas durante una reunión de “amigos” de Lyndon B. Johnson, que el Sr. Billie Sol Estes ha estado guardando celosamente como su seguro de vida hasta que decidió contarle todo a este periodista francés.
La noche en que terminé este libro y leí esa última frase entrecomillada, no pude dormir, pensando en lo que contenía…
Os dejo, además, un enlace que no tiene desperdicio, que lo lleva Mr. Fletcher Prouty, que no es otro que la persona real que se escondía tras el misterioso Señor X de la película "JFK" de Oliver Stone, interpretado magistralmente por Donald Sutherland.
No sé si algún día se sabrá toda la verdad...
ResponderEliminarBesos