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28 de noviembre de 2017

Romanorum vita. Una historia de Roma

La carpa que alojó la exposición
Me temo que ya llego tarde para hablaros sobre esta exposición, Romanorum vita, en la que estuve hace algunas semanas en la ciudad de Segovia; y es que el último día era el pasado 7 de noviembre... Pero como me he enterado de que está itinerante por más lugares de España, aprovecho para contároslo, pues me parece que no os la deberíais perder; siempre y cuando os interese el mundo romano, claro.

En realidad yo la visité un poco casualmente; sí tenía pensado ir a verla, pero no en la fecha en la que finalmente fui, a finales de septiembre. Había estado un par de semanas de vacaciones y como el día que volvíamos a casa era entre semana, pensamos que Segovia estaría menos concurrida que si íbamos cualquier sábado o domingo, que era cuando teníamos previsto en un principio ir a la exposición, así que como no estábamos lejos, hicimos una parada allí. La carpa estaba situada muy cerca del acueducto; desde luego todo un acierto, porque particularmente a mí no se me ocurre un lugar mejor para alojar una exposición relacionada con Roma que este monumento tan emblemático de la ciudad.

Y ¿en qué consiste Romanorum vita? Pues se trata, ni más ni menos, que de la reproducción de una ciudad romana, en miniatura, eso sí; la exposición no es demasiado grande y la visita es únicamente guiada, en grupos de un máximo de 25 personas, que acceden al recinto cada media hora. Lo primero que se hace es entrar en una sala en la que proyectan un audiovisual que explica lo que verás en la exposición, para pasar inmediatamente después a una calle cualquiera de la ciudad eterna en tiempos romanos. Enseguida te encontrarás inmerso en el bullicio de la ciudad, con sus ruidos, sus olores, su actividad diaria... Todo está cuidado hasta el más mínimo detalle, y de hecho no menciono los olores sin razón, ya que al acercarse a las letrinas notaremos el olor característico de unos baños públicos, y al pasar por la panadería nos ocurrirá lo mismo.

Varias imágenes del recorrido.
En esta calle romana veremos como ya digo unas letrinas, el empedrado de los suelos, diferentes comercios (las llamadas tabernae), una fuente pública, una proyección sobre un día cualquiera en la vida de la ciudad, para acabar por último accediendo a la reproducción de una auténtica domus romana, con su famoso Cave canem (cuidado con el perro) en un mosaico en la entrada, o el atrio donde se recogía el agua de la lluvia, y alrededor del cual se distribuyen las diferentes estancias (dormitorios, despacho del cabeza de familia, cocina...).

Ya mencionaba al principio que la exposición es breve, pero no está nada mal montada; como curiosidad está bien visitarla, aunque si os interesa el mundo del arte romano es posible que no os aporte nada que no sepáis ya. Yo la recomiendo sobre todo si tenéis niños pequeños, que estoy segura de que ellos la disfrutarán muchísimo. Así que si os animáis, en estos momentos podréis verla en Santa Cruz de Tenerife, del 5 de diciembre de 2017 al 25 de enero de 2018.

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