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30 de septiembre de 2016

Vikingos en Alicante

Cartel de la exposición.
Si te interesa el tema de los vikingos y además Alicante no te pilla lejos, no deberías perderte la interesantísima exposición Vikingos: Guerreros del norte. Gigantes del mar; se inauguró en el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ) el 19 de mayo de este año, y estará hasta el 16 de enero de 2017, así que todavía estás a tiempo de visitarla. Yo lo hice hace pocas semanas y me encantó; además conocí también el MARQ, en el que no había estado nunca, y fue toda una sorpresa.

Para la muestra se ha contado con la colaboración del Museo Nacional de Dinamarca, que ha aportado las casi 700 piezas que componen la exposición. La podemos visitar por libre, aunque también tenemos la opción de la visita guiada; si nos decidimos por esta modalidad, tendremos que estar en el punto de encuentro (el barco vikingo de la entrada) unos minutos antes de la hora a la que vayamos a realizar la visita. Mientras tanto, es buena idea sentarse al lado para poder ir viendo el audiovisual que se proyecta en la sala continuamente; será la mejor forma de hacernos una ligera idea de cómo eran los vikingos, cuándo llegaron a España y, sorprendentemente, hasta dónde fueron capaces de adentrarse en sus diferentes incursiones por nuestra península.

La exposición la han dividido en cuatro espacios: en primer lugar tenemos el vestíbulo, en el que se encuentran tanto la reproducción que comentaba del barco vikingo como varias filas de asientos y una pantalla en la que se proyecta un audiovisual. También en este espacio, a espaldas de los asientos, hay tres pantallas más, y un puesto interactivo en el que tendremos varios juegos con los que poner a prueba nuestros conocimientos sobre los vikingos.

Tras pasar el vestíbulo por detrás del barco vikingo, accederemos a un largo pasillo, a cuya izquierda está el acceso a cada una de las tres salas que componen el resto de la exposición; cada sala está dedicada a un tema diferente.

Sala 1

En ella conoceremos todo tipo de detalles relacionados con los barcos vikingos. Y no me refiero sólo a las explicaciones del guía, o a la información que nos dan los objetos expuestos y las cartelas que los acompañan; tendremos incluso la oportunidad de saber incluso el tamaño real que tenían estos barcos. Y es que en el suelo de esta sala han reproducido, a escala real, la silueta de dos de estos barcos, para que nos hagamos una idea de su tamaño. También veremos aquí el tipo de armas que utilizaban los guerreros vikingos, así como varios paneles en los que descubriremos las rutas comerciales y los países a los que llegaron los mercaderes escandinavos.

Sala 2

Aquí la exposición profundiza en las costumbres vikingas y en la sociedad, que se dividía en clases, en cuya parte más alta estaba el rey, seguido de los señores nobles y por último los hombres libres, que formaban el grueso de la sociedad; y los esclavos, que no tenían derecho a tomar decisiones sobre su propia vida. También conoceremos algunos detalles sobre la emigración vikinga que tuvo lugar a partir del siglo IX.

Sala 3

Piedra de Jelling.
En esta última zona conoceremos más las costumbre religiosas escandinavas. Los vikingos eran politeístas y sus dioses más importantes eran Odín y Thor, aunque los expertos han demostrado que, durante un tiempo y hasta que se convirtieron definitivamente al cristianismo, estas dos religiones convivieron. Una de las piezas más importantes de esta sala hace referencia precisamente a la convivencia de paganos y cristianos: se trata de la piedra de Jelling, que simboliza la conversión de los escandinavos al cristianismo: entre sus motivos decorativos se incluyen no sólo runas, sino también dibujos paganos en algunos de sus lados, y la imagen de un Cristo crucificado en otro de ellos. Esta piedra data del siglo X y fue la que utilizó el rey Harald I de Dinamarca para proclamar su bautismo.

Como veis, se trata de una exposición de lo más interesante, como comentaba al principio. A mí desde luego me dan ganas de ir de nuevo a Alicante para poder verla otra vez; si lo hago, quizá me anime a comprarme el catálogo oficial de la exposición, que lo tuve en la mano pero no me decidí a hacerme con él, y ahora me estoy arrepintiendo...

Si podéis, no os la perdáis; y de paso se puede aprovechar la misma entrada de la exposición para acceder al resto del museo. Ya he mencionado que no había estado en él nunca, y la verdad es que me sorprendió lo didáctico que es y lo bien organizado que está. Una auténtica sorpresa, desde luego.

Barco vikingo a la entrada de la exposición.

6 comentarios:

  1. JOEEEEEE, JOE JOE JOEEEEEE... ¡Y además y por las fechas que dices, EN NAVIDAD!, jajajajajaja...vamos, que no me la pierdo por nada. Desde hace muchos años soy un fan superlativo de la mitología nórdica, y justo es decir que me introduje en ella gracias ESDLA, cuyos tempos narrativos se hunden en esas leyendas y también en el mundo anglosajón antiguo. Mención especial a una de las mejores composiciones de esa temática, con permiso de los Eddas, claro. Me refiero a Beowulf: simplemente una obra magnífica. Por cierto, incluso Gandalf está inspirado en el caminante odínico, amén de representar a un senescal de los mismos Valar para luego ser una oda del mismísimo Jesucristo.

    En fin, que me embalo y no paro, jajajajajajaja... Ahorita mismo en la cena se lo comento a Mari para ir haciendo un huequito antes de que se clausure esa exposición vikinga. MERCÍ!!!

    Y un besazo de nuestra parte bien grande y encima desde el Drakkar de plata ¡ELE!, jajajajajaja...

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    1. Ainssssssssssss, y que luego haya gente por ahí que diga que no es capaz de leer a Tolkien porque es un aburrimiento... A esos los mandaba yo a la guarida de Ella la araña, jajajaja. Pues me alegro un montón, tabernero mío, de que se me vaya usted a animar a visitar esta exposición; seguro que no le defraudará, porque la verdad es que está montada fenomenal, todo muy explicativo y muy bonito. Me emociono y todo recordándolo, no le digo más.

      Tengo que leer Beowulf, por cierto, que vi una película que hicieron pero no me convenció demasiado, no sé si por la película en sí o es que la historia no me terminó de llamar. Ya lo averiguaré, aunque recuerdo que en su día las sagas islandesas sí que me gustaron un montón.

      Otro besazo para vos, sin drakkar que ahora no lo tengo a mano.

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  2. Tiene que ser una pasada de exposición. El mundo vikingo me fascina y creo que es un gran desconocido, porque en general nos solemos quedar en la apariencia, los cascos con cuernos (que creo que ni siquiera eran así) y los dibus de Vikie el Vikingo. Bueno eso y aquella novelita rosa que me obligaron a leer mis Moreno en la que una tipa mema, pero anticuaria y muy maciza, compraba una espada vikinga. Y cada vez que la enarbolaba se le aparecía un vikingo dos por dos absolutamente mazao y salvajote. Y claro, la ponía mirando a Cuenca y esas cosas. Como ves, estoy como para hacer una tesis. Besotes.

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    1. La verdad es que sí, a mí me encantó y ya comento ahí arriba que estoy por volver a Alicante sólo para volver a ver la exposición. Lo de los cascos con cuernos efectivamente no es así, pero mira, esa ignorancia fue la que me sirvió para conocer casualmente a Francisco Narla, lo que son las cosas. Esa novelita rosa no la he leído ni me sonaba, pero leyendo tu comentario me imagino que harías una apuesta con tus Moreno, porque libros así no me pegan para ti si no es por algo así, jajajajaja.

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  3. muy buena e interesante iniciativa y muy generosos los daneses con el préstamo , y aunque los vikingos no llevaran cascos con cuernos , pues lo mismo que no todos los españoles somos bailaores de flamenco pero los turistas es lo que buscan , pues los daneses no tienen reparo en complacer a los turistas y no hay tienda de souvenirs que no tenga de reclamo su muñecote vikingo con su buen casco cornudo , son tan majos como eso , que seguro que piensan : ¡para que le vamos a quitar la ilusión al turista si no nos cuesta na ! . (ya te pondré la foto en el quépasaap)

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    1. Sí, ya vi en muchas tiendas de Oslo que tenían al famoso troll con su correspondiente casco, por supuesto con cuernos, jajaja. Pues sí que es una iniciativa interesante lo de esta exposición, la verdad es que está muy bien organizada; y los daneses muy generosos, desde luego. Ahora falta lo que comentábamos de ir a ver la exposición al museo original de Copenhague.

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